Actualizado el 13/09/2023
El primer amor de nuestros hijos
Cuando a un padre le preguntan “¿A que edad desea que se enamoren sus hijos?”. La mayoría contestará que a partir de los 18 años, esto obedece a que creemos que obteniendo la mayoría de edad estaremos más preparados psicológicamente y seremos más responsables de nuestros actos.
Pero como el amor no escatima en detalles, el primer amor puede llegar cuando uno menos se lo imagina. Aunque muchas veces el escenario varia, la ilusión del primer amor suele empezar en el colegio y por lo general se da entre compañeros de clase o con algún amigo de barrio ante nuestra vista y paciencia.
¿Estás preparado para abordar este tema con tu hijo(a)? ¿Sabes por dónde empezar? Déjanos ayudarte:
1.-El peligro de la palabra NO: Es muy común que los padres traten de retrasar la aparición de las mariposas en el estómago los más que puedan pero, les guste o no, estás llegan con o sin invitación. Negarles a nuestros hijos su primer amor puede no ser la mejor opción pues corremos el riesgo de desatar un volcán en erupción.
Los adolescentes son impetuosos y van perdiendo el miedo a romper barreras, para ellos un NO puede significar un verdadero reto. A esa edad, el primer amor es un sentimiento tan puro que no hace falta llenarnos la cabeza con posibles desgracias. Es mejor aceptar, escuchar, aconsejar, no juzgar y estar al tanto de los detalles (sin acosar).
2.-Comunicación: Es importante que hablemos con nuestros hijos sobre sus sentimientos y aclaremos sus dudas e inquietudes. Muchos padres piensan que hacerlo a temprana edad es innecesario o podría terminar en promiscuidad o libertinaje.
Lo cierto es que mientras más pequeños les hablemos con naturalidad del tema será más sencillo que lo entiendan, pues llegada la adolescencia no nos verán más como fuente de conocimiento y consejo prefiriendo incluso, obtener información de fuentes menos seguras o confiables.
3.-Cosas que no se olvidan: Con los años recordarán con gracia ese primer amor o puede que ni siquiera recuerden su nombre pero lo que jamás olvidarán serán las burlas y la forma inmadura o áspera en la que hablemos de sus sentimientos.
Si tu hijo(a) tiene la confianza de contarte su primera ilusión no lo ridiculices ni te burles de él o ella con frases como “Tu qué sabes de amor”., minimizar sus sentimientos no ayudará a la comunicación así que no te sorprendas si no eres la primera en enterarte o te oculte sus relaciones.
4.-Aceptemos los cambios: Aunque nos cueste trabajo aceptarlo, nuestros pequeños querubines están creciendo. Lo más notorio será un estiramiento, voz, cambios físicos y una efervescencia propia de su edad contrario a su aún inmaduro carácter.
Es mejor estar conscientes de sus cambios pues estos no son ajenos a los ojos de los demás, comparte momentos con ellos para explicarles por qué sus cuerpos y mentes andan tan alborotados usando siempre un tono familiar y amigable.
5.-Prepárate para la desilusión: No todos tenemos un final de cuento de hadas y es poco probable que el primer amor se convierta en el definitivo. Para un adolescente puede parecer el momento más difícil de su vida pues al no tener experiencia asume esta pérdida como la más significativa y lo asocia a un fracaso del que nunca podrá recuperarse.
Esta actitud no debe desesperarnos, debemos respetar su dolor, estar listos para prestarles nuestro hombro y darles nuestro consejo cuando sea pertinente.
Verlos crecer es más difícil de lo que pensamos pero es parte de la vida. Disfruta de la alegría de ver crecer a tu retoño.
Image courtesy of «stockimages»/ FreeDigitalPhotos.net
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