Actualizado el 09/10/2023
Saber decir adiós a tu pareja con dignidad
Una de las cosas más emocionantes es enamorarse. Nos encanta estar en pareja. Estar de la mano, ir a comer, ir a pasear, conversar por horas y hacer todo lo que las parejas normales hacen. Nuestra vida gira en torno a nuestra pareja, a los encuentros y a los besos, pero como nada dura para siempre, la relación perfecta acaba y nos destroza el corazón, dejándonos sin aliento y sin ganas de respirar.
La mayoría de personas ven una separación sentimental como la peor cosa que les puede pasar. Incluso existen parejas que están juntas por miedo a estar solas. ¿Por qué pasa esto? Estamos ante una cultura que pone en un altar la vida en pareja y ve como fracaso a la vida de soltero. Son tantas las ansias de estar en pareja y nos creemos tanto la idea de que solo en pareja seremos realmente felices, que cuando una relación acaba, se nos cae el mundo encima. Todos los planes, esa idea de vivir de a dos, del alma gemela, del amor eterno; son solo ideas que nos hacen ver a la pareja como la única persona que puede hacernos felices.
Una relación sana, es una relación en la que aprendes a compartir con el otro lo mejor de ti. Aprendes a aceptar al otro y a comprender por qué es como es, y a amarlo así como es. Una relación no es esperar o exigirle al otro la felicidad y el final de cuentos de hadas. No es volcar sobre esa persona todas las expectativas de vida feliz, un futuro lleno de sueños por cumplir, que la pareja tiene obligatoriamente que ayudarnos a realizar.
El fin de una relación duele tanto, no solamente porque nos alejamos de la pareja sino porque con ella se va nuestra felicidad, porque sin pareja, nadie nos hace felices. Pero ¿por qué es necesario darle a otra persona la responsabilidad de hacernos felices? Nuestra felicidad depende de nosotros y es por eso que dejarla en manos de otra persona es como cavar nuestra propia tumba: es depender de la otra persona para ser feliz, cuando ella se vaya, nuestra felicidad se irá con ella.
Si deseas salir airosa/o de tu siguiente relación sentimental es mejor relacionarse sin poner sobre los hombros del otro la gran misión de hacerte feliz. Enamórate pero no exijas, ama pero no obligues, sé feliz porque tú lo deseas, no porque otro tenga que hacerte feliz.
Si aprendes a amar sin depender, cuando la relación que tienes se acabe, sabrás decir adiós con dignidad, sin sufrir y sin rogar una nueva oportunidad. Sabrás que el mundo no se acaba, que no es necesaria una etapa de duelo, que no es necesario como comer litros de helado o chocolate para consolarse. Cuando una relación acaba es mejor agradecer lo aprendido y despedir a esa persona deseándole lo mejor, esperando vivir con tranquilidad, siendo feliz sin necesidad de alguien para ello.
Las relaciones sanas, son aquellas en las que se vive en libertad, cada uno en su mundo pero compartiéndolo con esa persona que ama. Nadie invade el mundo de nadie, ni nadie le exige nada a nadie. Solo buscan amar y hacer feliz al otro.
Imagenes cortesia de «David Castillo Dominici»/ FreeDigitalPhotos.net
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